Historia de la góndola
El origen real de la góndola está rodeado de misterio. Italia, Turquía, Grecia y Malta afirman que la góndola se originó en su tierra.
Los historiadores remontan los primeros rumores a 1094, cuando Vitale Faliero, el Dux (gobernante) de Venecia, mencionó un Gondolum en una carta al pueblo. Para evitar una revuelta, "regaló" a la gente embarcaciones parecidas a las góndolas y dijo que ayudarían a facilitar sus desplazamientos dentro de la ciudad.
La primera representación visual de una góndola fue llevada a cabo durante el siglo XIV por los famosos artistas Carpaccio y Bellini en pinturas que se han conservado hasta hoy. Solo a partir de los siglos XV y XVI se construyeron góndolas que se utilizaron para navegar por Venecia. Durante este periodo, las góndolas tenían un aspecto diferente al actual. Utilizadas sobre todo por la clase selecta de la ciudad, las góndolas estaban adornadas con una decoración ostentosa. En el siglo XVI, el gobierno italiano prohibió totalmente el aumento de la extravagancia y ordenó que todas las góndolas privadas se pintaran de negro, una práctica que continúa hasta hoy para mantener la uniformidad.
En el siglo XVII, hacia el final del Renacimiento italiano, unas 9.000 góndolas flotaban por la ciudad, conectando a los ciudadanos del punto A al B. Su diseño se ha optimizado a lo largo de los años para que sirvan mejor como vehículos de pasajeros -o taxis acuáticos, como también se les llama- en una ciudad en la que el agua del mar no fluye alrededor, sino a través de ella. Hoy, casi todas las 400 góndolas de Venecia siguen un diseño uniforme.